ONG Motorola

Parece ser que Motorola ha conseguido un contrato para fabricar nada menos que seis millones de móviles para países pobres "por un precio inferior a 24 euros" -cada uno, se entiende.

Entre las naciones "afortunadas" se cuentan Nigeria, Bangladesh, Yemen, Kenya o Sri Lanka, entre otras. Wow, menuda suerte. Motorola llena un poco más sus bolsillos mientras algunos de los países más desfavorecidos del mundo pone fin a sus necesidades con la llegada de la telefonía móvil. Chapeau.

A mí las multinacionales ya me tocan bastante los cojones -con perdón de la expresión- en un país que se precia de desarrollado -aunque a veces lo disimule bien, como para que ahora se dediquen a aprovechar cada mísero metro cuadrado del planeta para vender colaboraciones "desinteresadas" contribuyendo solapadamente a acrecentar una desigualdad ya de por sí notoria.

Lo peor de todo es que casi ninguno de nosotros hace nada por evitarlo.

Axpe, Garrigues y familia

Por suerte, a día de hoy, Internet continúa siendo una gran plataforma para cualquier tipo de reivindicación. Y eso que muchos intentan impedirlo.

En las últimas semanas sin ir más lejos, se ha armado bastante revuelo en la red a causa de las declaraciones de un ex-empleado de "Axpe Consulting", quien expresaba en un blog su descontento con el funcionamiento de la citada empresa y con el trato recibido en ella. Parece ser que su "osadía" suscitó el interés de muchos otros empleados y ex-empleados de la propia consultoría, que redactaron decenas de comentarios entre los que predominaban las críticas -más o menos duras- hacia la compañía.

En los últimos días, representando a Axpe, los abogados J&A Garrigues (en su web dicen ser una de las firmas con "mayor tradición y prestigio" de España...) se han puesto en contacto con el "artífice" de tal movimiento "subversivo" y le han instado a cumplir una serie de peticiones que, a la postre y como parece que ellos mismos han debido reconocer, carecían de base legal.

Veremos en que queda todo esto...

Google Wars

...¿Y para qué quiere Google fibra óptica? Pues, entre otras cosas, podría servir para alimentar una red wifi de acceso a Internet para todo Estados Unidos, especulan desde hace meses muchos analistas que hoy han cantado bingo...

Escribe hoy Nacho Escolar en Informativos Telecinco un interesante artículo acerca de una de las últimas maniobras de Google para continuar con su desmesurado crecimiento económico y cibernético.

Después de sorprendernos en los últimos tiempos con un sinfín de aplicaciones diferentes, ahora la compañía norteamericana va mucho más allá de la Telefonía IP y se lanza a la conquista de Internet desde el espacio físico.

Se trata de un proyecto sumamente ambicioso, mediante el que pretende crear una red wifi estadounidense totalmente gratuita convirtiéndose en un nuevo proveedor de Internet -¿acaso el único?- de Estados Unidos. No es, en absoluto, un ejercicio de altruismo:

...Volvamos a Feeva [colaboradora de Google]. Esta compañía ha desarrollado una tecnología capaz de detectar la localización de un usuario de una red wifi. Si Google regala la conexión, podría vender publicidad a la carta basada en el sitio desde el que se encuentra el usuario: cuáles son los restaurantes más cercanos o dónde hay una buena oferta para comprar ropa.

Google se ha convertido en algo más que una empresa, se trata de todo un fenómeno social de repercusión internacional. De hecho, ya no buscamos "en internet"... buscamos en Google. Eso se traduce en que todos los movimientos de la compañía -especialmente los más recientes- son seguidos en todo el orbe con especial atención.

Desde su creación hasta la fecha, muy pocos de esos movimientos han decepcionado. Y es que su filosofía se ha visto acompañada de un equipo de trabajo plagado de cracks, que en conjunto han producido una serie de iniciativas verdaderamente innovadoras. Incluso algunos gobiernos se echan las manos a la cabeza -del modo más absurdo, todo hay que decirlo- viendo que la red, comandada por un auténtico monstruo, se les escapa de las manos.

Lo interesante de todo esto es plantearnos hacia dónde vamos... o hacia dónde nos conducen. Esa figura de Google como un ente supremo que rompe barreras y deshace monopolios es historia. Google ha creado un nuevo imperio que crece a pasos agigantados... y lo ha hecho, paradójicamente, nutriéndose de su antítesis.

Fronteras y naciones carecen cada vez más de sentido, una red global lo cubre todo y nos hace partícipes de un espacio común. Cualquier punto del mundo es aquí mismo en cualquier momento. Y eso es fantástico. Pero a mi juicio, esa red es demasiado importante como para que dejemos que el mercado la controle totalmente... porque a este paso muy pronto su omnipresencia será palpable y será ella quien nos controle a nosotros. Y eso es terrible.

En las estepas de Asia Central

Alexander Borodin vivió entre 1833 y 1887, alternando su actividad entre la química y la composición musical. Por extraño que parezca, la primera de sus aficiones fue la que le valió cierto reconocimiento social en su época, y tan solo el tiempo -con ayuda de Franz Liszt- le permitió gozar al final de su vida de algún prestigio como músico fuera de su país.

En Rusia formaba parte del llamado "Grupo de los cinco", movimiento de cuño nacionalista que, por cierto, espera su inclusión en la versión española de la Wikipedia.

Aunque tradicionalmente se considera su ópera "El Príncipe Igor" como la más meritoria de sus obras, en 1880 compuso un inefable cuadro musical llamado "En las estepas de Asia central", una pieza tan breve como deliciosa.

De imprescindible audición.

De pies izquierdos

No sé si es la cruda realidad de este país -pongan la frontera donde quieran, ya saben-, la mierda que como diariamente, la angustia derivada de la ausencia de contacto femenino o el acondicionador que nutre mi alopecia, pero últimamente alguna extraña fuerza me obliga a recluirme en casa durante horas balanceándome en la silla del ordenador mientras escucho los Nocturnos de Chopin.

Al paso que voy, me veo en estas condiciones relativamente pronto...

Derroche de sabiduría

Me acabo de encontrar en Gatopardo con un enlace a la página de Wikiquote en la que se recogen los mejores "aforismos" de uno de los grandes pensadores contemporáneos, tal vez el más lúcido de nuestros coétaneos y una referencia para los intelectuales de izquierda del nuevo siglo. Ecce homo.

Presunción de realidad

Hoy tuve con Ibán una de esas curiosas conversaciones en las que se empieza hablando de la inteligencia artificial y se termina debatiendo acerca de si nuestra realidad puede o no ser calificada de verdadera. Independientemente de lo interesante o tedioso que a cada uno le pueda resultar el tema, lo que más me llamó la atención de nuestro diálogo fue una de las argumentaciones con que Ibán me exigía que le desmotrase la "falsedad" de nuestra realidad: alegaba una física "presunción de realidad", equivalente a nuestra jurídica "presunción de inocencia", para esgrimir que, salvo demostración de lo contrario, nuestra realidad era forzosamente "real".

Yo repliqué, trabalenguas al margen, que la presunción de inocencia valía, realmente, poco. Si yo asesino a alguien, soy inocente mientras no se demuestre lo contrario a nivel jurídico, pero soy realmente culpable. Presumir la inocencia de alguien puede ser un excelente método al afrontar la tarea de impartir justicia, pero a la hora de analizar la realidad de unos hechos, cualesquiera que sean, es un instrumento tan inútil como lo sería presumir la culpabilidad de alguien.

¿Por qué ese afán de presumir siempre en positivo? Si nuestra realidad es real o no, lo desconozco, pero sé que no la podré considerar como tal salvo que tenga una demostración irrefutable de que lo sea.

Y por eso, más distendidamente, mietras no se demuestre lo contrario, el monstruo del espagueti volador es tan divino como cualquier otra deidad que hayamos concebido... y esta nuestra realidad es tan inconsistente como cualquier otra que podamos concebir.

"Toda persona anónima es perfecta"

Hasta ayer, nunca había leído nada de Antonio Porchia o acerca de él. Hasta ayer, día en que tropecé voluntariamente con un artículo de La Insignia, firmado por Paul Medrano y dedicado íntegramente a la figura de Porchia, poeta argentino de origen italiano "en constante diálogo con el pensamiento lúcido, inocente y exacto".

Porchia sintetizaba su pensamiento en aforismos sutiles e inteligentes, voces atemporales que se ganaron la estima de Borges, Breton, y muchos otros grandes nombres de la literatura:

"Cien hombres juntos son la centésima parte de un hombre"

"El amor, cuando cabe en una sola flor, es infinito"

"El hombre vive midiendo, y no es medida de nada. Ni de sí mismo"

"Un corazón grande se llena con muy poco"

"La montaña que he levantado me pide un grano de arena para mantenerse en pie"

"No ves el río de llanto porque le falta una lágrima tuya"

Borges llegó a escribir que Porchia era un hombre "consciente del singular misterio de cada instante", y es verdad, hasta el punto de que no podía concebir otra cosa que no fuese la singularidad de cada momento, de cada hombre y de cada vida como objeto de su lírica, tan precisa como hermosa.

Merece la pena escucharlo y leerlo en antonioporchia.com.ar.