Corrupción
Si bajamos de Internet Torrente 3 pueden pasar dos cosas, que nos encontremos con la película -decidiendo entonces si soportarla o no- o que nos encontremos con una broma de Santiago Segura, consistente en 6 minutos de screener del propio film y, tras un corte, un pequeño monólogo del citado director instándonos a ver en el cine su película y a dejar de perjudicar su bolsillo. Todo esto no es noticia desde que el pasado sábado lo postease ALT1040.
Echando un vistazo a los comentarios del citado post, he encontrado uno que me ha llamado la atención:
No es que me haya sorprendido, es que leyéndolo he tenido la sensación de que este tipo de cosas cada día me parecen más normales. Supongo que nos pasará a todos, es la costumbre, pero pensándolo fríamente es desesperante.
Ayer, hojeando por casualidad el libro Psicología de la corrupción y los corruptos, me quedé con uno de los párrafos introductorios. El autor explicaba en él que la corrupción y las ilegalidades no eran mayores, sencillamente, porque no podían serlo. Una de las frases más claras al respecto decía que "la administración pública no funciona peor porque dejaría de serlo".
En general, venía a decir que no robamos más porque nos pillarían, no estafamos más porque no nos dejarían y no hacemos más chanchullos porque no somos capaces. Nada sorprendente, ¿verdad? El reto no es encontrar un fraude, sino encontrar algo que no lo sea: ¿alguien que venda un coche sin bajarle los kms? ¿alguien que pague sus impuestos? ¿un político que viva humildemente? ¿una operadora telefónica que no nos desplume? ¿un pueblo sin escándalos inmobiliarios?
Todo esto está muy en la línea de nuestro querido país y nuestra querida cultura, pero sigo pensando que podemos y debemos intentar cambiar muchas actitudes.
Echando un vistazo a los comentarios del citado post, he encontrado uno que me ha llamado la atención:
- Todo negocio tiene lo que se llama perdidas desconocidas [...] porque alguien roba desde dentro o roba desde fuera. Y el cine es curiosamente uno de los negocios donde se roba por todos lados y la pirateria no ejerce ningun daño comparado con los de dentro.
La propia sala de cine estafa a la distribuidora, y esta a su vez a la productora [...] si entran 400 personas a ver torrente la sala de cine declara que entraron 300, como la distribuidora prevee que el cine la engañara estos declaran 250 a la productora. A veces incluso llegan a acuerdos entre ambos.
Para controlar esto existen los llamados “controladores” que pone la distribuidora (para que no le engañe la sala de cine nada mas… ellos ya se encargaran de engañar a la productora), pero incluso estos controladores llegan a acuerdos con el dueño del cine para ganarse algun duro mas.
No es que me haya sorprendido, es que leyéndolo he tenido la sensación de que este tipo de cosas cada día me parecen más normales. Supongo que nos pasará a todos, es la costumbre, pero pensándolo fríamente es desesperante.
Ayer, hojeando por casualidad el libro Psicología de la corrupción y los corruptos, me quedé con uno de los párrafos introductorios. El autor explicaba en él que la corrupción y las ilegalidades no eran mayores, sencillamente, porque no podían serlo. Una de las frases más claras al respecto decía que "la administración pública no funciona peor porque dejaría de serlo".
En general, venía a decir que no robamos más porque nos pillarían, no estafamos más porque no nos dejarían y no hacemos más chanchullos porque no somos capaces. Nada sorprendente, ¿verdad? El reto no es encontrar un fraude, sino encontrar algo que no lo sea: ¿alguien que venda un coche sin bajarle los kms? ¿alguien que pague sus impuestos? ¿un político que viva humildemente? ¿una operadora telefónica que no nos desplume? ¿un pueblo sin escándalos inmobiliarios?
Todo esto está muy en la línea de nuestro querido país y nuestra querida cultura, pero sigo pensando que podemos y debemos intentar cambiar muchas actitudes.
1 Comments:
Como?
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