sábado, diciembre 31, 2005

Bienvenidos a la era digital, bienvenidos a la era de la incomunicación

Normalmente, cuando comento con algún amigo o conocido el impacto de Internet en nuestra sociedad y la evolución tecnológica de nuestra época, me deshago en elogios hacia este medio que entiendo, prácticamente, como una nueva forma de vida.

Para mí Internet es la posibilidad de comunicar cualquier contenido, de forma instantánea, a cualquier parte del mundo; la oportunidad de escuchar y ser escuchado, de indagar, compartir y debatir cualquier información. Un sueño hecho realidad.

Internet es una "red de redes a escala mundial"; la Wikipedia una "enciclopedia libre que todos podemos editar", los weblogs entes de complicada definición, que están en boca de todos y que generan controvertidos debates e interesantes conferencias y que están "revolucionando" el mundo con su concepto de comunicación horizontal y sus cuasinfinitas posibilidades para la transmisión de información.

Sin embargo, en este amanecer tecnológico que confiere a Internet la misma importancia que en su día tuvo la invención de la imprenta, falta algo. Sí, proliferan los bloggers e incluso los geeks y no son pocos quiénes anhelan lo que se ha dado en llamar "democracia extrema", pero... ¿Reflejan todos estos términos y posibilidades tecnológicas una realidad social?

Desde mi ordenador soy testigo de una revolución; en la calle me entristece ver cómo Internet no ha servido para evitar que se perpetúen nuestras miserias. Veo gente que utiliza Internet no para ampliar sus miras, ni para descubrir nuevos horizontes, sino para aferrarse tercamente a lo poco que conoce. Entre los de mi generación, que por su juventud deberían estar ansiosos por crear algo nuevo, por contribuir al desarrollo de la sociedad en que viven, observo una apatía generalizada. Están en pañales y creen haberlo visto todo.

Los que han cambiado Lugo por Madrid, Granada por Barcelona o Ciudad Real por Valencia se han negado a conocer sus ciudades adoptivas. Deambulan por ellas en su rutina de trabajo o estudio sin apenas relacionarse -a menudo emprenden su aventura acompañados de conocidos/amigos de sus respectivos pueblos y así crean cómodos guetos. Regresan a casa esporádicamente y no consiguen desprenderse de sus novios o amigos de toda la vida. Llevan 5 años en ciudades de las que no han visto nada. Si vas a visitarlos esperando que hagan de guías, te encuentras con que consideran el más allá todo lo que escape a su barrio.

Mediante el omnipresente MSN hablan con sus cuatro conocidos de siempre, y de vez en cuando tienen alguna aventurilla, virtual o física, con algún amigo de amigo, o pariente de conocido, o vete tú a saber. Si crean un blog o un fotolog, siempre lo hacen para su coto privado de amigos, ponen fotos de su gato, su perro, su novia y su padre, comentan su relación con fulano y sus discusiones con mengana. Apasionante.

Si leen libros o escuchan música, lo hacen en masa. Internet les sirve para recomendarse el último grito en lo que les plazca y continuar así con sus ritos endogámicos. De la mayoría, podríamos hacer una biografía a 20 años vista errando en escasos detalles.

Para matar el aburrimiento y tratar de diferenciarse, recurren nada más y nada menos que a la personalización masiva. Como no leen ni los periódicos -los libros hace tiempo que adornan nuestras estanterías-, ni tienen opinión, ni sufren, ni padecen. Ni quieren cambiar nada, y cuando quieren cambiar algo no saben muy bien qué.

Las excepciones que, como es lógico, existen, se suelen agrupar formando reductos aislados que en el mejor de los casos consiguen cierta repercusión y se convierten en una forma de camuflar las pasividad y apatía generales bajo ideologías de postín. Los más independientes predican en el desierto, ante la indiferencia, o son oportunos y se ganan algún aplauso, siendo esta última una bonita forma de aplazar un par de días la indiferencia.

Cada vez queda menos gente que quiera cambiar el mundo, porque estamos todos acomodados -sí, soy tan culpable como cualquier otro, escribir este post no me exime de nada- y la PlayStation y el móvil nos hacen autosuficientes -en el mejor de los casos lo acompañamos de un par de amigos y unas pizzas: la tecnología es fantástica, el uso que le damos, pésimo. Lo del móvil tienen delito, porque cada vez mandamos más mensajes y gastamos más en llamadas... pero, mis queridos y escasísimos lectores, cada vez nos comunicamos menos.

La gente no sabe comunicarse ni expresarse, y por eso perpetúa sus costumbres y amigos adolescentes, con los que por lo menos ha compartido el paso del tiempo, muchas veces sin conocerlos realmente.

No me creo tan especial como para ser el último tarado que añora la comunicación y la sinceridad en su entorno, ni siquiera creo poner lo suficiente de mi parte para evitarla. Así que os animo a escribir algo, aunque sea para criticarme, si os apetece romper alguna de estas barreras. Me gustaría desearos un 2006 cargado de novedades, de cambios, de nuevas experiencias, y de comunicación. Ojalá sepáis transmitir y sepan transmitiros, porque estamos en este mundo asqueroso para relacionarnos y para compartir, para hacer que de vez en cuando emerjan en él la esperanza y la belleza. Tenemos los medios, tenemos los referentes... no tenemos excusa para no hacerlo.

P.D. Estoy harto de la basura de los mails de reenvío, de las felicitaciones en serie y los sentimientos en serie. No soy el único. Propongo una plataforma en contra de la palabra prefabricada. Y ya puestos, edito para evidenciar hasta qué punto estamos desaprovechando en España la red.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bueno, bueno, la cosa está mal pero hay de todo en la viña del señor. También hay muchísima gente que le saca un partido enorme a la tecnología, que lee, que se comunica con sus cercanos, que sale de fiesta... En fin, que no todo está perdido.

2:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

He buscado tu e.mail para comentarte el proyecto que estoy desarrollando con ayuda de los autores de bitácoras.
En este enlace que te pongo podrás ver de qué se trata.
http://gatopardo.blogia.com/2005/122302-programa-de-gatopardo-en-radio
-mai.php
Estás en mis enlaces de portada, me parece interesante lo que escribes, y me gustaría contar contigo.
Mi e.mail es gatopardoblog@gmail.com
Un abrazo

2:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo siento, se corta el enlace y no sale bien: repito a ver
http://gatopardo.blogia.com/2005/
122302-programa-de-gatopardo-en-
radio-mai.php
Si no, en mi blog, busca el artículo
"Programa de Gatopardo en Radio Mai"

3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pero gracias a internet nos conocimos, y ahora no concibo mis madrugadas sin ti :)

2:41 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El último comentario es lo que mas me ha gustado! ;)

11:49 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.